Escribe: Max Hartmann (Chile)
@vinosdechile
Termina la temporada estival en Chile. Momento en que las regiones vitivinícolas dan comienzo a una de las fiestas tradicionales más queridas del país, la Fiesta de la Vendimia. Allí convergen variadas actividades tales como la pisada de uva, misas a la chilena, catas y degustaciones. Así como artesanía y gastronomía local.
Es aquí, donde las viñas tienen la oportunidad de abrir al público. Entusiasta las bodegas para enseñar a los turistas sus técnicas de vinificación, viñedos y excelentes vinos. Por geografía y clima, la zona norte del país es la primera en cosechar la uva, dando inicio a esta festividad los primeros días de marzo.
El valle de Colchagua
Por esas mismas fechas, el valle de Colchagua, que en su voz original “Colchahuala” significa Valle donde anida la Huala (ave sagrada por el pueblo Mapuche), da inicio a su fiesta. Siendo esta una de las más emblemáticas dentro del país.
La plaza de armas de Santa Cruz se transforma en el lugar de encuentro para todos aquellos que quieran vivir una gran experiencia en torno al vino y en un ambiente familiar.
La viña Viu Manent, una de las más reconocidas de la zona, destaca por su dedicada elaboración. Así como por las actividades costumbristas que se realizan dentro de la viña: los visitantes realizan un paseo en coche tirado por caballos. Conduciéndolos por dentro de los viñedos, de manera de que conozcan de cerca el proceso realizado por los vendimiadores. Piezas clave en esta gran tradición del campo chileno.
El Valle de Casablanca
Luego el visitante es recibido en los jardines con un exquisito aperitivo: ostras acompañadas de un fresco y exquisito Viognier de su línea secreto.
El valle de Casablanca –ubicado a 50 km de Santiago de Chile camino a la costa- reconocido por su excelente calidad en vinos blancos. También está destacando por sus tintos de clima frío. Durante la celebración de este año fue posible degustar los nuevos vinos de variedades tintas que se han desarrollado muy bien en este valle. Entre la cordillera de la costa y el Océano Pacífico, en una de las zonas más estrechas de este largo Chile. En el que se hace notar de una manera muy singular lo marítimo.
Es recurrente la gran cantidad de asistentes que vienen a disfrutar en familia de las actividades típicas que se realizan durante la fiesta. Es común ver muchos turistas que vienen especialmente a conocer la cultura y a disfrutar de las bondades de la diversidad del vino chileno. Capaz de sorprender a los más exigentes paladares.
No solo de vino se disfruta en estos lugares, pues no falta el asado de cordero al palo, cuya cocción demora entre 5 a 7 horas. Lo que invita a una gran reunión y a las largas conversaciones alrededor de la cocción de éste y ¡que mejor que acompañarla con una copa! . En esta ocasión pudimos saborear una buena costilla y patatas asadas maridadas con un delicioso syrah. Fue necesaria una pausa para poder descubrir toda la sensación que provoca la mezcla de sabores y aromas.
La rica producción del Valle del Maule
En nuestro recorrido por las vendimias del país llegamos a la Región del Maule. Esta región produce más de la mitad de las exportaciones del país. Se eleva como el principal exponente en la elaboración de vinos y adquiere cada año mayor protagonismo en el entorno turístico.
Casa Donoso, Viña emblema del Valle del Maule, ha elaborado durante años vinos de alta calidad y de elegantes texturas. Destacan los atributos de sus potenciales uvas producidas en los mejores terroir de la región. Desde marzo hasta finales de abril se encuentran en pleno proceso de vendimia.
Los productores han reconocido que el año fue más frío y que desde un inicio de la vendimia se evidenció un pequeño retraso en la maduración de la uva. Este factor que no afectó la producción de los vinos dado que el clima en que crecen las uvas es seco, preservando su calidad.
Esta combinación perfecta permitió maridar Carménère con un corte de lomo liso de cerdo con especias, tomates y palta a las brasas. Todo esto acompañado de delicados huevitos de codorniz.
No podemos dejar de invitarlos a que vengan a Chile . Conozcan en persona el maravilloso mundo vitivinícola.
¡Se sorprenderán!