La gastronomía turca es una de las más desconocidas en España. Muchas veces, cuando nos preguntan qué se come de allí nos limitamos a pensar en los famosos kebab o durum que se venden en puestos callejeros. Sin embargo, y sin desmerecer a estos dos platos ya mencionados, Turquía tiene un gran abanico de platos y postres a los que merece la pena dar una oportunidad. ¡Descúbrelo aquí!
La gastronomía turca, de la mano del pan
¿Qué tal si empezamos por algo sencillo? Sencillo en apariencia, porque desde luego un lahmacun bien hecho nos puede dejar bastante esféricos si nos ponemos a comer sin límite. Este plato consiste en un tipo de pan plano relleno de carne picada aderezada con perejil, pimienta de isot y limón.
Para seguir con el pan, ¿qué tal si cogemos un bazlama (otro tipo de pan plano esponjoso), lo untamos con tulum (un delicioso queso de oveja curado en piel de cabra) y le añadimos tomate, pepino, acedera, miel de castaño y melaza de manzana? Así tendríamos un plato perfecto para iniciar el día. Porque si, esto es un desayuno.
Desayuno típico turco/Fuente: Pixabay
Y es que el pan es un elemento bastante importante dentro de la dieta del territorio otomano. Generalmente se utiliza como acompañamiento y, en el desayuno, no suele faltar junto a una taza de té. Además, su habitual aderezo de semillasde cereal le confiere un sabor muy acertado que combina con todo lo que decidas ponerle encima.
Picar a mediodía
Las horas muertas nos suelen animar a pecar de gula, y normalmente buscamos siempre lo que tenemos más a mano para saciar nuestro apetito. Pero… ¿y si a mano tuvieses un delicioso künefe, un pastel de queso fundido que casa a la perfección con el café recién hecho? Supongo que habría que retrasar la comida, porque ese manjar no se puede escapar por algo tan banal como la hora.
Kunefe: plato típico de Turquía/Fuente: Pixabay
¿Seguimos? Porque aparte de los pasteles de queso y el pan, algo que también abunda en la gastronomía turca es el uso de la patata. Y oye, una patata rellena de carne de kebab y crema de queso azul seguro que se vuelve absolutamente irresistible ante los ojos de cualquiera.
Y si aún nos hemos quedado con hambre, ¿por qué no añadir al menú una empanada agridulce? Un fino hojaldre relleno de jamón, manzana, canela, azúcar moreno, curry y mantequilla fundida. Una inusual mezcla de sabores que te hará ver colores mientras masticas, recreando en tu propia cocina la famosa escena de la película de Pixar «Ratatouille».
Y todavía no hemos llegado a la hora de la comida…
Gastronomía turca en todo su esplendor
Mira, seamos honestos. Un clásico nunca puede faltar en una lista así. Por eso vamos a hablar del mundialmente conocido döner kebab. Hace ya muchos años que los chefs otomanos descubrieron que al cocinar la carne de forma horizontal, la grasa goteaba sobre el fuego, avivando la llama. Esta forma tan peculiar de preparar la carne provocaba que el exterior se quedase crujiente y el interior se mantuviese tierno pero hecho. Si le sumamos verduras, salsas de tomate y yogurt y un pan de pita, obtenemos al rey de los viernes por la tarde.
Pan de kebab/Fuente: Pixabay
Y si lo que queremos es buscar una comida de apariencia lo menos familiar posible, podemos probar el dolma. Este curioso plato consiste en hojas de parra rellenas de arroz cocido y trozos de carne aliñada al limón. Tal vez se usen más como aperitivo, pero no suele faltar en la mesa cuando buscamos una receta más llamativa.
Para terminar, lo mejor siempre es un buen postre. Y el más famoso de entre toda la gastronomía turca es, sin duda, el baklava. El genio de Aladdín nos ofrecía un poco en su canción, pero una vez lo probemos vamos a querer repetir seguro. No se trata de un dulce exclusivo de Turquía, pero si que es el país en el que se empezaron a popularizar. Además su base de masa filo y frutos secos bañados en miel servirán de colofón para cualquier comida, seas de sonde seas.
¿Qué te ha parecido? A nosotros, desde luego, se nos ha hecho la boca agua. ¿Te animas a probar alguno de estos manjares?
