Catatur Argentina
Escribe: Laura Litvin (@laulitvin)
Restaurantes, casas de diseño, de moda y decoración, ferias y cafés, mercados, parques y más conforma la oferta de uno de los barrios más activos de Buenos Aires.
Palermo es un barrio emblemático de la ciudad de Buenos Aires. La mayoría del turismo solo visita un segmento que se hizo famoso ya hace varios años: el que contiene los restaurantes y bares de moda, las tiendas de diseño de autor y los cafés típicos porteños para encontrarse tras un largo paseo. Pero Palermo es muchos barrios a la vez. Se divide en cuatro sectores singulares, cada uno con su cultura y habitantes propios.
Palermo Soho.
Antes llamado Palermo Viejo, conserva la bohemia y rinde culto a tendencias del diseño y el arte, que interviene paredes y fachadas. La Plaza Julio Cortázar (ex Plaza Serrano) es neurálgica y a su alrededor se expanden ferias de artesanías, tiendas, pubs y restaurantes.
Las visitas imperdibles: Varela Varelita y El preferido de Palermo (a punto de ser renovado). Dos bares notables ubicado a pasos de donde vivió durante su infancia Jorge Luis Borges –nombre de una de las calles principales. Aquí aprendió sobre arrabales y compadritos reflejados en su obra. Pero no solo locales antiguos proliferan en estas cuadras: las antiguas casas bajas ahora convertidos en restaurantes, cervecerías y lugares para merendar que eligen los más jóvenes de la ciudad. También se encuentran algunos de los restaurantes de alta gama más importantes, como la @donjulioparrilla (50Best), donde se podrá comer la mejor carne argentina.
Palermo Hollywood.
Se llama así porque aquí se asentaron las productoras e incluso algunos canales de televisión audiovisual. Intensa agenda nocturna. Opciones gastronómicas y tragos happy hour en barras, pubs y boliches. En su límite con el barrio de Colegiales, el Mercado de Pulgas, dedicado a antigüedades, y El Dorrego, que impulsa emprendimientos productivos.
Bosques de Palermo.
El paseo puede comenzar en el cruce de las avenidas Sarmiento y Libertador, realzado por el Monumento a los Españoles, próximo al Hipódromo de Palermo que consagró a figuras del turf como Irineo Leguisamo, eternizado por el tango de Carlos Gardel, habitué del lugar.
Se puede pasear por el Parque 3 de Febrero y sus dos lagos artificiales. La Plaza Holanda que contiene El Rosedal y el Jardín de los Poetas y de paso, visitar el Planetario Galileo Galilei. El Museo Eduardo Sívori y el Jardín Japonés, que difunde tradiciones niponas. En este recorrido se destaca también el predio de exposiciones La Rural, el Ecoparque que transformó al ex Zoo y el Jardín Botánico que preserva 6 mil especies. Es un remanso para la diaria vida de la ciudad.
Palermo Chico.
Conocido también como Barrio Parque, diseñado por el francés Carlos Thays en un singular trazado de calles irregulares y arboledas. Dispone casonas, palacios y torres, algunos de ellos habitados por celebridades. Vecino del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) y de la TV Pública Argentina. Es uno de los caminos posibles hacia otro barrio emblemático, Recoleta.