Todo comenzó con el sueño de una familia de dedicar su vida a la viticultura. Manuel Raventós, allá por 1914, fue un visionario que supo presagiar un mar de viñedos donde los demás solo veían desierto. Poco a poco, esa ilusión se convirtió en una realidad y, a día de hoy, ese pequeño grano de arena se ha convertido en una montaña. Raimat -que así se llama la empresa-, ubicada a 15 kilómetros de Lérida, es un referente en su campo: la pasión por el producto y su elaboración les ha llevado a ser productores de algunos de los vinos y cavas de más alta calidad a nivel nacional. Desde la bodega catalana han sabido innovar y evolucionar con los años; eso sí, sin perder nunca de vista su esencia. Y ahora quieren compartir con todo el mundo el lugar que con tanto esfuerzo han conseguido levantar. Presentan así Raimat Natura, un espacio natural inmenso en el que, además de poder visitar los viñedos, podrás disfrutar de un paisaje único y de multitud de actividades que ponen en valor todas las cualidades de la zona.
Un refugio natural único
Decimos inmenso porque, efectivamente, sus más de 700 hectáreas lo confirman -para que te hagas una idea, eso equivale a unos 900 campos de fútbol-; y, desde el 1 de junio, se puede visitar de manera gratuita. Y es que, ¿qué mejor manera de disfrutar de un ambiente natural que desde una de las fincas vinícolas más grandes de España?
Con este nuevo proyecto, desde Raimat pretenden demostrar que tener un negocio no está reñido con cuidar del entorno, con ser respetuosos con el medio ambiente o con ofrecer un producto de calidad. Según el Wine Tourism School, en la inauguración de Raimat Natura, Joan Esteve -director de la bodega-, explicaba que se trata de “un tesoro natural a 10 minutos de Lleida que teníamos que compartir con todo el mundo que ama la Naturaleza”. El término ‘tesoro natural’ no es casualidad; en Raimat, además de las viñas, conviven cientos de especies de animales en perfecta consonancia.
Es más, tal y como el propio Esteve aclara, es un espacio “único en Europa, con aves prácticamente desaparecidas que vienen a vivir y a criar”. ¿Por qué? Además de por el clima, también porque el alimento no es difícil de encontrar, no hay insecticidas y, sobre todo, viven seguros y tranquilos en una zona donde la caza está prohibida. Se trata, por tanto, de un lugar privilegiado desde el que poder observar desde multitud de especies de patos, rapaces como águilas perdiceras o milanos reales hasta garzas reales. Tortugas leprosas, nutrias, liebres o zorros, entre otros, conforman la fauna del lugar.
Actividades 100% sostenibles
En Raimat Natura no solo se puede disfrutar de la naturaleza observando la flora y la fauna del viñedo; ofrecen también otro tipo de actividades igualmente sostenibles y que muestran la zona desde otras perspectivas. Para empezar, la finca se puede recorrer a pie, en bici… o en globo. Rutas guiadas, marcha nórdica, orientación y, por supuesto, una cata de los vinos de Raimat así como de tapas elaboradas con productos locales. Si eres de esos/as que disfruta de un buen día rodeado/a de naturaleza, por el momento tienes los siguientes horarios para acudir a la finca catalana: sábados de 9.00 a 21.00 horas y domingos de 9.00 a 19.00 horas.
Raimat no es solamente un referente en el mundo del vino. Es un referente en el cuidado del planeta y darle la importancia que merece. “Nuestro compromiso está claro: seguir su modelo en todas nuestras bodegas y que en pocos años todas nuestras viñas (en Cataluña, en La Rioja o Castilla) sean ecológicas”, añade Sergio Fuster -CEO de Raventós Codorníu, grupo al que pertenece Raimat- en la inauguración del proyecto. “Podríamos haber elegido hacer solo vino”, continuaba Fuster. “Pero escogimos hacer realidad proyectos como Raimat Natura y ser fieles a nuestro propósito: dar valor a la tierra”. Y así es como vino, naturaleza, pasión y sostenibilidad se unen para crear este destino enoturístico pionero.