En conexión con el entorno natural en el que se cultivan las viñas que dan lugar después de un laborioso proceso a un fruto seco muy genuino de la zona, las pasas de Málaga son de extrema calidad. Tanto que gozan de Denominación de Origen y existe una Ruta de la Pasa para que puedas descubrir de cerca este producto. Se vende como uno de lujo porque sus características así lo terminan definiendo, en comparación con otros del mercado. Vinculado exclusivamente a dos territorios malagueños, son los pueblos de estos los que ofrecen una experiencia de turismo gastronómico muy original. A continuación te damos más detalles.
Desgranando las mejores pasas del mundo
Las pasas de Málaga con DO se consideran las mejores del mundo porque se diferencian de otras por su gran tamaño, su color negro mate y su pulpa jugosa. Además, si el proceso de su elaboración es totalmente artesanal tienen otra particularidad: el pedúnculo que no se elimina del racimo de uvas. Por estos aspectos concretos y también por otros de sabor a la uva de variedad Moscatel de Alejandría o de valores nutricionales de sus pepitas. este producto es diferencial.
De la vendimia manual hasta su envasado final, cabe resaltar la fase conocida como «asoleo» porque el sol es protagonista secando los racimos en los «paseros» construidos por los propios agricultores. La industria pasera tiene gran impacto económico, cultural y sostenible en la Axarquía, así como en la zona de Manilva. Ahora bien, para desgranar la ruta de la Pasa debemos centrarnos en el primer territorio que abarca más de 30 localidades. A lo largo de 62 kilómetros puedes disfrutar de la experiencia pasera mientras vas conociendo los bellos pueblos blancos malagueños.
Los «lagares» en la Ruta de la Pasa
Totalán, Almáchar o El Borge son tres de los más populares para ver de cerca cómo se obtiene la pasa de la comarca que se aprovecha de las excelentes condiciones climatológicas. También de las laderas montañosas donde se seca a los rayos del sol. Una ruta entre terrenos montañosos agrícolas y entre pequeños enclaves de población en la que no faltan las catas, los eventos culturales e incluso la visita turística a cada pueblo. Los que han podido ya disfrutarla recomiendan sobre todo los «lagares«, esas casas de campo donde se desgranan los racimos.
No te desvelamos más y sí te animamos a que vayas a la Axarquía para vivir una original experiencia de turismo pasero.