Ruta por los mejores quesos de Francia

El país galo puede enorgullecerse de tener un amplio catálogo de productos queseros que, además, son muy diferentes los unos de los otros por motivos como el método de elaboración, el tratamiento y la materia prima. Para los más ‘turófilos’, esta ruta por los mejores quesos de Francia seguro que les atrae para visitar, degustar e incluso comprar alguno de ellos. Porque los franceses tienen para todos los gustos y preferencias. ¡Atento al lugar de origen de cada producto y sus particularidades! 

Comté

Comenzamos por el más producido y uno de los más ancestrales del país galo. Es originario de los Alpes franceses, concretamente de los departamentos de Jura, Doubs y Ain. Goza de su propia DOP desde 1996. Su prestigio está extendido por toda la república, siendo uno de los mejores valorados por los consumidores. Se elabora con leche cruda de vaca. Su pasta es cocida y prensada, mientras que la maduración del queso comté va desde los 4 meses (mínima) hasta los 36 (máxima). De amplia riqueza aromática, según el tipo que sea, no puedes pasar por Francia sin degustarlo.

Beaufort Chalet d’Alpage

No salimos aún de los Alpes porque en esta zona montañosa de pasto de ganado vacuno tradicionalmente nace también otro queso con leche cruda del mismo animal que el anterior. El Beaufort Chalet d’Alpage es muy floral e intenso al comerlo y te ofrece un aspecto que se asemeja a los quesos curados o semicurados españoles. Eso sí, la procedencia de las vacas se nota mucho en su color amarillento, así como también repercute en su resultado la curación en cuevas y queserías húmedas de las montañas de la Alta Saboya francesa. Era muy apreciado en la Edad Media. Aunque estuvo a punto de desaparecer en los años 90 por la desertización de la zona y el no relevo generacional en jóvenes, sigue presente.

Brie de Meaux

De la montaña nevada en invierno nos trasladamos hasta la región de Brie, en Isla de Francia, dentro del departamento de Sena y Marne. La ciudad de Meaux es el lugar de nacimiento de otro queso galo con DOP que se remonta a los tiempos de Carlomagno. Igualmente de leche de vaca cruda, su textura es melosa y cremosa. Su sabor es potente, ofreciendo aromas a champiñón, nuez o frutas, según la maduración. La corteza del Brie de Meaux está caracterizada por el hongo Penicillium Camemberti. A lo largo de 8 semanas, el afinador va controlando su estado para que salga al mercado en las mejores condiciones de consumo. ¡Te animamos a probarlo, sea cual sea, aunque presta atención porque está siendo muy imitado!

Banon à la feuille

De la zona de la provenza francesa, las gentes cuentan que este queso era amado por el gran Julio Verne, a pesar de tan venderse en cantidades pequeñas. La ciudad de Banon, en el departamento de Alpes-de-Haute-Provence, se elabora este manjar quesero de originario de la cabra desde la época romana. Está pausterizado, su forma es totalmente circular con tan solo 6 centímetros de diámetro y una escasa altura no superior a los 4 centímetros. En sus 100 gramos de producto ofrece una corteza viscosa externa, mientras que en su interior es cremoso, de color blanco. Su sabor pasa por toques picantes y de hoja de castaño, ya que es cubierto por estos vegetales en su proceso de producción. El Banon à la feuille goza de DOP desde 2003.

Roquefort

Todo un clásico de Francia es este entre los quesos azules, uno de los primeros en conseguir la DOP en 1925. Su origen se sitúa Causses, región del departamento de Aveyron. Se obtiene de leche de oveja y madura en cuevas. A los tres meses adopta una capa de pelo gris pero antes crece el famoso hongo Penicillium Roqueforti con el que tanto se caracteriza después con su aspecto azul verdoso. A la hora de degustarlo, sus aromas a nueces y pasas resaltan, aunque su sabor es salado, más complejo que con otros quesos. Su pasta es semiblanda, pero no tiene corteza.

Ossau-Iraty

He aquí una excepción entre todos los mejores quesos de Francia, ya que los queseros galos son expertos en crear productos de cabra y vaca, pero no de oveja. Este Ossau-Iraty es de este último animal. Realmente se elabora en la zona franco-vasca, en el valle que le da nombre, dentro del departamento de los Pirineos Atlánticos. Tiene dos formatos (uno más pequeño y otro de mayor tamaño). Su pasta es amarilla pajiza con pequeños ojos repartidos por ella. El sabor que aporta recuerda a herbáceos y avellana. Desde 1980 está protegido por sus particularidades y origen.

Crottin de Chavignol

En el espectacular Valle del Loira, en el centro del país francés, nace otro queso muy ligado a la zona de producción, de leche caprina. Curioso es su nombre, que significa literalmente «excremento de caballo». Quizás por su forma pequeña, quizás por otra teoría que está vinculada al dialecto de Berry, la antigua provincia que existía en la región. Se elabora con poco cuajo, madura en dos o cuatro semanas y su forma final es cilíndrica, aunque algo convexo en los bordes. Su peso medio es de 60 gramos, presenta tres variedades diferentes. Con corteza que va evolucionando hasta notas azules de la maduración, ofrece un sabor a almendras, avellanas, nueces y especias. 

Camembert de Normandía

De la región de Normandía, ocupada por distintos departamentos, surge un Camembert que es confundido, a menudo, con el queso Brie ya descrito antes. Su aspecto es similar pero ni por asomo podemos hablar de dos productos iguales. También se elabora con leche cruda de vaca, tiene pasta blanda y en su corteza crece el hongo penicillium candidum. Sus 250 gramos se venden en una pequeña caja de madera. Te aporta un sabor peculiar, fuerte cuando está muy madurado. Las notas a hierbas frescas y setas lo identifican. Otro imprescindible de degustar. 

¡Te recomendamos probar alguno de estos mejores quesos de Francia en tu visita a la región gala concreta, aunque en cualquier punto del país puedes encontrar de todos los tipos!