Cada vez va quedando menos para las fechas navideñas pero hoy queremos viajar hasta Perú para conocer una curiosa tradición que lleva a los andinos a comer turrón dos meses antes de Navidad. Pero no uno cualquiera, sino un colorido y sabroso dulce con nombre propio: Doña Pepa. Realmente no se parece ni siquiera al dulce navideño que estamos acostumbrados a consumir y ver en España, pero son varias las particularidades de este postre. Vamos a empezar por su historia para descubrir en este artículo por qué se come este producto típico limeño que es cosa de octubre.
Vínculo con el Cristo Morado
El origen del turrón Doña Pepa -que ni es almendrado ni contiene chocolate- se remonta al siglo XVIII en la provincia peruana de Cañete. Allí existe una leyenda que habla del Señor de los Milagros. El relato dice que curó una parálisis de brazos a Josefa Marmanillo, quien era conocida como Pepa. De ahí saldría el nombre del dulce que se suele tomar en la capital Lima durante todo octubre. ¿Por qué? Pues porque en estos días se honra la figura de ese Cristo Morado, como también se le denomina.
Ahora bien, el vínculo estrecho entre ambas partes se ha mantenido de forma tradicional porque, como forma de agradecimiento a esas acciones curativas del Señor de los Milagros, Doña Pepa elaboró un turrón y se lo presentó como ofrenda cada mes de octubre. Incluso la mujer aseguró en su día que el Cristo le sonrió al recibir ese obsequio tan suculento. Así fue como el postre que ella mismo creó fue arraigándose a la cultura de Lima hasta nuestros días. Actualmente en el conocido también como «mes morado», los peruanos comen este producto.
¿Cómo es el turrón Doña Pepa?
Este pastel navideño sudamericano está hecho a base de harina, yema de hueco, manteca, sésamo y anís. Se suele condimentar con miel antes de añadirle unos confites de colores que le aportan todo un aspecto llamativo. Aunque no tiene ningún parecido a nuestros turrones típicos que comemos en España e incluso Europa, su sabor es muy dulce por los ingredientes que incorpora.
Delicioso al paladar y contundente, te animamos a probarlo si viajas al país andino en unas fechas tan señaladas como las del mes que vio nacer no solo al turrón Doña Pepa, sino también al Cristo Morado, el de los Milagros.