Escribe: Mónica Uriel. Periodista
La primera edición de “Conoce las bodegas del Cerrato palentino” es una buena ocasión para conocer en Palencia. Sobre todo, su elaboración artesanal de quesos y de foie-gras. Además de recorrer sus iglesias románicas y visitar la Villa romana de La Olmeda y la exposición Las edades del hombre.
Conoce Palencia
Los sábados de agosto las bodegas de esta comarca -con dos D.O. de vino, Cigales y Arlanza- localizadas en los municipios de Baltanás, Dueñas, Astudillo y Torquemada abrirán sus puertas para catas dentro de la primera edición de la iniciativa coordinada por ADRI Cerrato Palentino, que incluye además una visita al barrio de bodegas.
En el cerrato se encuentra un ejemplo del arte románico de la provincia. Es la monumental iglesia de Santa María la Mayor, en Villamuriel de Cerrato. Muy cerca el Monasterio de San Isidro de Dueñas se levanta justo enfrente de la fábrica de chocolates La Trapa. Recibió la receta de los monjes trapenses, quienes lo comenzaron a hacer en 1891 en el monasterio.
Palencia cuenta con 223 iglesias románicas, la mayor concentración de arte románico en Europa. Buena parte de ellas se encuentran alrededor de Aguilar de Campoo y Cervera de Pisuerga. Son las puertas de entrada a la Montaña Palentina. La fiebre constructora se produjo en el siglo XIII, con el rey Alfonso VIII. Cuando todos los pueblos se dedicaron a construir iglesias al estilo de la época sucedió eso.
Aguilar de Campoo
Aquí llegaron los grandes maestros de este arte y a su alrededor se formaron las canteras. Una visita imprescindible para los amantes del románico es Santa María la Real, en Aguilar de Campoo. Un monasterio del que destacan el claustro y las esculturas de los capiteles. Estuvo mucho tiempo en ruinas hasta que un proyecto de Peridis lo salvó de la ruina.
Muy cerca de Aguilar de Campoo se encuentra, excavada en la roca, la parroquia rupestre Olleros de Pisuerga. Está calificada como la “basílica del eremitismo rupestre”.
Este año en Aguilar de Campoo se puede visitar la exposición de arte religioso “Las edades del hombre”. Lleva por título “Mons Dei” y está dedicada a las montañas. Son veneradas en las grandes tradiciones religiosas como lugares sagrados.
Aguilar de Campoo (Palencia) es un pueblo emblemático de la galleta en España. Llegaron a existir hasta cinco fábricas de galletas. Aquí se establecieron Fontaneda y Gullón al tener cereal. Así, es Tierra de Campos -era conocido como el “granero” de España- y a que por el Cantábrico entraban productos en barco.
Evolución histórica
Procedían de las antiguas colonias españolas como azúcar, cacao y vainilla. Gullón, que da trabajo a 1.400 personas, es hoy la mayor galletera de Europa. Por facturación (340 millones de euros) y por superficie (140.000 metros cuadrados). Su fundador, Manuel Gullón, introdujo en 1892 en España algo que hasta entonces era desconocido: las galletas. Habían sido creadas a principios de siglo en Inglaterra.
En la década de los 80, su actual presidenta, María Teresa Rodríguez, creó la primera galleta integral del mercado español. Después, Gullón se centró en el segmento galleta-salud, lo que le ha valido diversos galardones.
Quesos
Antes que agrícola, Palencia, como toda Castilla y León, fue ganadera. Sus orígenes queseros se remontan a la Prehistoria. Una de las queserías visitables, en plena Montaña Palentina, es Quesos Cantarillos. La encontrarás en la Guía App Catatur (www.catatur.com).
Su propietario, Santiago Merino, llevó cabras de los Alpes Suizos, que se adaptan a la altitud de 1.000 metros de aquí y al frío del invierno. “Genéticamente, la cabra española está lejos de la francesa”, señala Merino. Tiene 500 cabras y elabora queso de cabra desde 2013. En total produce 16.000 kilos de queso al año. Para el queso de cabra se necesitan nueve litros de leche, mientras que para el de oveja, cinco.
En Villamartín, Tierra de Campos (Palencia) se puede asistir a la elaboración de paté y foie gras en El Pato de Villamartín, de Selectos de Castilla. El pato que aquí se cría es un híbrido: el pato Mulard, de estirpe tradicional, rústico y pesado. Hasta la edad adulta los animales están en semi-libertad alimentándose a base de cereales y proteínas de origen vegetal. Para el embuche se utiliza maíz en grano. De esta forma el pato auto-regula la cantidad que digiere a su molleja en una digestión natural.
Villa Romana de la Olmeda
Paté y foie gras bien podrían haberlo comido el centenar de personas que llegaron a vivir en la Villa Romana de la Olmeda. Fue una gran mansión del Bajo Imperio (siglo IV d.C), cuyo descubrimiento cumple ahora 50 años. Es el segundo yacimiento romano más importante de Europa, después de Villa del Casale, en Sicilia (Italia).
Se pueden contemplar 1.500 metros cuadrados de mosaicos en muy buen estado. La escena principal del mosaico más famoso, situado en el salón principal de la casa u “oecus”, de 175 metros cuadrados. Así lo narra el conocido episodio de Ulises en Skyros. Está rodeado por una cenefa con una serie de retratos atribuidos a los propietarios de la casa, algo excepcional.
En este salón había colgados cuernos de ciervo de hace 1.600 años como trofeos de caza. Hay mosaicos en 26 habitaciones de las 36 que tenía la casa -una mansión simétrica de cuatro alas- que ocupaba 4.400 metros y que se atribuye a alguien relacionado con el emperador.
En el siglo XVI fue abandonada hasta que en 1968 el dueño de esta tierras, Javier Cortes, la descubrió. Fue por casualidad haciendo trabajos de allanamiento. Había estado siempre tapada -de ahí la buena conservación de los mosaicos- y fue la introducción de los tractores lo que llevó a su hallazgo.